domingo, 5 de septiembre de 2010

Hallan en México restos de fauna extinguida asociada a herramientas de piedra, de unos 20.000 años de antigüedad

Una reciente excavación realizada en México ha puesto al descubierto restos de fauna extinta, como el mamut o el perezoso gigante, asociada a una industria lítica realizada por grupos humanos de las culturas preclovis, perteneciente a la prehistoria americana. Esto es importante, ya que los hallazgos añaden una nueva localización para grupos humanos anteriores a los “Clovis”, un tema sumamente cuestionado en las investigaciones sobre las primeras poblaciones del continente americano. Aunque se está pendiente de las dataciones, los primeros estudios darían a este hallazgo una cronología de unos 20.000 años antes del presente.

Este hecho ha sido la principal aportación de la tercera campaña de excavaciones desarrollada en el Barranca del Muerto, en Santiago Chazumba (Oaxaca), enmarcada en el proyecto Biodiversidad y sociedades cazadoras recolectoras del Cuaternario de México, codirigido por Ramon Viñas, investigador del IPHES (Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social) y Joaquín Arroyo, paleontólogo del INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia) de dicho país hispanoamericano.

Hallazgo de una mandíbula de gonfoterio, un elefante de perqueño tamaño - IPHES

Hace tres años unas lluvias torrenciales dejaron entrever fósiles de mamut en la Barranca del Muerto. Se inicio entonces una excavación para recuperar estos restos, lo cual ha propiciado la documentación posterior de un rico registro de fósiles de fauna pleistocena mexicana. Así pues, la última campaña ha aportado restos de diversos xenarthros, animales desdentados muy abundantes en la fauna sudamericana que emigraron hacia norteamericana, hace unos 3 millones de años, al crearse el puente centroamericano, como es el caso del perezoso gigante (Megatherium), y sobre todo el gonfoterio (elefante de pequeño tamaño) y el gliptodonte, una especie de armadillo muy grande.

Joaquín Arroyo ha comentado: “la presencia de este tipo de especies, que provienen de los bosques tropicales sudamericanos contrasta con la existencia de restos del ratón denominado “metorito” (Microtus) y de la tortuga del desierto (Gopherus), originarías de diferentes ambientes, como el bosque temperado y las comunidades arbustivas xerófilas. En general, la reconstrucción paleoambiental, del nivel donde se ha encontrado la fauna, sugiere que se trata de un bosque tropical deciduo”, que se caracteriza principalmente por sabanas, pastizales, selvas bajas y palmares, es decir, típico de áreas riparias (que se encuentran junto o directamente influenciadas por un cuerpo de agua) y/o con drenaje deficiente. En este paisaje, las palmas son sus árboles dominantes y donde también viven sauces (Salix chilensis), entre otras especies.

Excavación en Barranca del Muerto hace unas semanas - IPHES

De momento, y mientras no se disponga de los resultados obtenidos por la dataciones de radiocarbono, la correlación de este yacimiento con otro muy cercano localizado en San Juan Raya (Puebla), donde se ha estimado una cronología entorno a los 20.000 años, basándose en los restos de otro gliptodonte, sugiere una edad similar para Barranca del Muerto.

Por lo que se refiere a la industria lítica, Ramon Viñas ha indicado: “resulta muy interesante la asociación, en diversos niveles del yacimiento, de materiales de la cultura preclovi asociados a la fauna extinta. Esto sugiere la posibilidad de una relación directa entre estos primeros pobladores de América y este tipo de animales, lo que hace suponer, junto a los sedimentos analizados y los huesos con señales de corte, la existencia de una zona lacustre donde acudían para capturar y consumir presas. Por el momento, la industria localizada, sólo la integran pequeñas lascas.

El mismo investigador ha remarcado: “Barranca del Muerto ofrece un gran potencial arqueopaleontológico, por lo que serán necesarias nuevas excavaciones, así como impulsar la creación de un museo o centro de interpretación, en Santiago Chazumba, donde se pueda dar a conocer todo este importante legado de la historia de México”.

En la tercera campaña de excavación han participado especialistas del INAH, del IPHES, de la Universidad Autónoma de México y alumnado de la ENAH (Escuela Nacional de Antropología e Historia de la ciudad de México). Además, ha sido inestimable la ayuda recibida por parte de la población de Santiago Chazumba y del ayuntamiento de la misma localidad.