viernes, 25 de septiembre de 2009

Primeros trabajos del IPHES para datar Cueva Pintada, uno de los núcleos más significativos del arte rupestre en México

  • Es el conjunto más revelador del Arcaico Gran Mural
  • El objetivo es el estudio de las sociedades cazadoras recolectoras que ocuparon el Desierto Central de Baja California

La Cueva Pintada, en la Península de la Baja California, constituye uno de los grandes centros ceremoniales del Arcaico Gran Mural, uno de los importantes núcleos de arte rupestre de México y del continente americano. Situado en el corazón de la sierra de San Francisco, cerca de San Ignacio (Mulegé), en el estado de Baja California Sur, entre sus características más notables destacan las figuras de animales y de humanos de tamaño natural o aún mayor. A pesar de su singularidad, no se sabe todavía con exactitud su cronología, aunque algunos estudios apuntan unos 9.000 años antes del presente para el origen de las figuras más antiguas de esta tradición.

Ramon Viñas observando las figuras rupestres de Cueva Pintada - IPHES

Con el fin de establecer una datación más rigurosa de sus distintas fases de creación, este verano se ha llevado a cabo una primera campaña de estudio con el nombre de “Investigaciones prehistóricas en el noroeste de México”, que se enmarcan dentro del Proyecto Biodiversidad y Sociedades cazadoras recolectoras del Cuaternario de México, dirigido por el IPHES (Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social) y el INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia) y realizado en colaboración con diversas instituciones españolas, exactamente la UB (Universidad de Barcelona) y la UCM (Universidad de Castilla la Mancha), y mexicanas, la ENAH (Escuela Nacional de Antropología e Historia) y la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México).

“Uno de los principales objetivos de esta campaña ha sido examinar los lugares para obtener las primeras micromuestras del soporte y pigmento, cosa nada fácil, pues algunas de las figuras están ubicadas en puntos muy elevados, de entre 5 y 8 m respecto de la base de la pared. Todo ello para poderlas fechar y a su vez determinar los compuestos orgánicos e inorgánicos de las mismas. El resultado, apoyado en el estudio de las superposiciones de las figuras, nos ayudara a redefinir la estratigrafía cromática y estilística de este gran conjunto rupestre”, comenta Ramon Viñas, director del proyecto, por parte del IPHES.

“La investigación permitirá establecer la cronología de las distintas fases de elaboración de este impresionante mural. Con este fin, las micromuestras (de entre 1 y 2 mm) han sido extraídas de pinturas significativas de las 8 fases de creación, que han sido establecidas en mis trabajos previos”, añade Ramon Viñas.

Prospección en el Desierto Central - IPHES

Las micromuestras recogidas provienen, en su mayor parte, del pigmento de grandes figuras que oscilan entre los 2,40 m y 100 cm de longitud. “La técnica y la cantidad de pigmento extraído no compromete, en ningún caso, la integridad de las figuras ya que representa un índice ínfimo del total de las imágenes seleccionadas”, puntualiza Ramon Viñas. Así se obtuvieron micromuestras y se registró detalladamente el punto de extracción de cada figura, para su posterior análisis y ubicación cronocultural”, apunta el mismo investigador. A todo ello se le aplicaran técnicas instrumentales microscópicas, cromatográficas, espectroscópicas y C14 AMS.

Una de las puntas prehistóricas halladas en el Desierto Central durante la prospección - IPHES

Por otro lado, en el Desierto Central, donde se halla el núcleo rupestre del Arcaico Gran Mural, se ha efectuado una primera prospección arqueológica, a la espera de una futura excavación del yacimiento paleontológico de El Mezquital. En esta área se ha registrado y fotografiado materiales líticos en superficie, entre ellos varias puntas del período Arcaico, posiblemente contemporáneas, de ciertas fases de Cueva Pintada. Los artefactos serán estudiados por el arqueólogo Xosé-Pedro Rodríguez, investigador del IPHES. Además, se ha topografiado, con la colaboración de Juan F. Ruiz de la UCM, la zona a excavar en una próxima campaña con personal de la ENAH, del INAH y de la UNAM.

Roca con pinturas rupestres en Cueva del Arco - IPHES

Asimismo, se ha iniciado la documentación, el registro y la datación cronológica de las cuevas con manifestaciones rupestres de la región de Cucurpe, Sonora. Los trabajos se realizaron en colaboración con el arqueólogo Cesar A. Quijada del centro INAH de Hermosillo y se estudiaron varias cuevas del arroyo Saracachi, en particular la Cueva de La Pulsera y la Cueva del Arco. Se trata de dos abrigos con representaciones rupestres, pinturas y grabados, de tipo esencialmente esquemático y abstracto donde destacan las composiciones de figuras humanas, entre ellas, numerosas mujeres en posición de parto, lo que hace suponer a priori lugares destinados a cultos para la fecundidad.

Los trabajos de campo fueron llevados a cabo por Ramon Viñas (IPHES) Juan. F. Ruiz (UCM-Universidad de Castilla-La Mancha), César A. Quijada (arqueólogo e investigador del INAH) y Beatriz Menéndez del Área de Prehistoria de Universidad Rovira i Virgili de Tarragona .